Uno de los grandes desafíos de cualquier gobierno es reducir lo máximo posible el índice de paro de un país, y poder generar mayor y mejor empleo. Con la crisis económica se destruyeron miles de puestos de trabajo con una consecuente merma en la economía y productividad del país.
Entre las alternativas que existen en la teoría y en una práctica contrastada, nos encontramos con el fomento del empleo por cuenta propia. Si no se encuentra trabajo por cuenta ajena, siempre se puede emprender y constituirse como autónomo o montar una sociedad pudiendo hacerse hueco en mercados deteriorados con una buena estrategia comercial. De esta manera se reduce el desempleo y se crean empleadores en potencia.
Nuestro gobierno actual ha intentado fomentar el emprendimiento a través medidas tales como la Ley 14/2013 de Emprendedores o el Real Decreto Ley 4/2013, no obstante no con el éxito esperado debido a un enfoque moderado y poco contundente.
La medida más conocida en este sentido es la de la famosa “Tarifa Plana” de los 50 euros para el pago de los seguros sociales de autónomos. El detalle de la tarifa es progresivo, y para una base mínima de cotización quedaría de la siguiente manera:
- Durante los 6 primeros meses una reducción del 80%: Lo que equivaldría a 53€
- Durante los 6 meses siguientes una reducción del 50%: Lo que equivaldría a 132€
- Durante los 6 meses siguientes una reducción del 30%: Lo que equivaldría a 184€( esta reducción sería durante 18 meses para hombres menores de 30 años y mujeres menores de 35 años)
- Resto de meses 264€.